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Estos típicos sicarios suelen atacar a víctimas muy débiles, las más débiles: los inocentes peluches, amados por muchos y odiados por otros. Este grupo de individuos actúa de la siguiente manera: primero escogen a la víctima (en este caso, el conejo de peluche maniatado y amordazado, con los ojos vendados, amenazado con ser quemado, que está ahí al medio), la cual debe necesariamente pertenecer a un dueño perdidamente enamorado de su ex, que fue quien le regaló el peluche, por cierto; además, la víctima (el peluche), deberá responder a un nombre cursi escogido cuidadosamente por ambos ex enamorados, por ejemplo: señor cuis-cuis, señor oso, pucky, entre otros. En segundo lugar, los sujetos buscan la manera de interceptar a la víctima, ingresando al domicilio de sus allegados (pues, al tener poca o ninguna experiencia relativa a su actual actividad, aún no se han atrevido a raptar peluches de personas a las que los sujetos no conozcan), posteriormente, ingresan a la habitación del futuro extorsionado y.....zazzzzzz.....que reducen a la víctima utilizando una que otra llave aprendida en una de sus tantas visitas a las peleas en ring de cholitas malvadas y aguerridas. Cuando logran reducir a la víctima, si es que lo logran, la esconden maniatada y amordazada en una de las mangas de la chamarra del más grandote de la banda, para no levantar ninguna sospecha....Finalmente, llevan a la víctima a uno de los domicilios de los raptores, y comienza la tortura.
La recompensa que exigen estos sujetos es trago y cigarros, los principales cabecillas de esta banda son; "el cortopunsante", "el abuelo asesino", "el carnicero loco", "el falso camba" y "el ponce", todos estos liderizados por "abdul bin laden"
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